LA
BIBLIA:
Contiene la mente de Dios, la condición del hombre, el camino de
salvación, el destino de los pecadores y la bienaventuranza de los creyentes.
Sus historias son verdaderas y sus decretos son inmutables. Léela para ser
sabio, créela para ser salvo y practícala para ser santo. Contiene luz para
guiarte, alimento para sustentarte y consuelo para animarte. Es el mapa del
viajero, es el bastón del peregrino, la brújula del piloto, la espada del
soldado, el cielo es abierto y las puertas del infierno son descubiertas.
Jesucristo es su tema principal, nuestro bienestar es su propósito y la gloria
de Dios es su finalidad. Debe llenar la mente, gobernar el corazón y guiar los
pasos. Léela con calma, con frecuencia y con oración. Te ha sido dada en la
vida, será abierta en el juicio y será recordada para siempre. Incluye las
mayores responsabilidades, recompensará los mayores trabajos y condenará a
todos los que tratan con ligereza su sagrado contenido.
Creemos que todos los 66
libros de la Biblia tal como fueron originalmente dados son completamente la
Palabra de Dios, y por lo tal es la única y final regla de fe y suprema
autoridad para la vida.
2
Timoteo 3:16: Toda la Escritura es
inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para
instruir en justicia.
2
Pedro 1:20-21. Entendiendo primero
esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque
nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres
de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.
DIOS:
Creemos que hay un solo
Dios, creador del hombre y de todas las cosas visibles e invisibles. Él es quien gobierna el cielo y la
tierra. Dios se ha manifestado a la humanidad como el Padre, el Hijo y el
Espíritu Santo, quienes son tres personas iguales en perfección divina y
co-eternas, que trabajan unidas en todo propósito, por lo cual le llamamos la
Divina Tri-unidad (Trinidad)
1
Juan 5:7. Porque tres son los que dan testimonio en
el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno.
JESUCRISTO:
Creemos que Cristo es el
eterno Hijo de Dios. Hebreos
1:2-3. En estos postreros días
nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien
asimismo hizo el universo; el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la
imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra
de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio
de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas; quien es el creador y
sustentador de todas las cosas que existen. Él es la manifestación misma del
Dios invisible. Filipenses
2:6. El cual, siendo en forma
de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse; Colosenses
1:15-17.
El es la imagen del Dios
invisible, el primogénito de toda creación. Porque en él fueron creadas todas
las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e
invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo
fue creado por medio de él y para él. Y él es antes de todas las cosas, y todas
las cosas en él subsisten, que fue concebido por el
Espíritu Santo y nacido de una virgen, tomando así forma de hombre. Juan
1:2-3, 14. Este era en el principio
con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido
hecho, fue hecho; Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y
vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de
verdad.
Creemos que Cristo fue
muerto crucificado en una cruz, enterrado en una tumba y que resucitó de entre
los muertos al tercer día conforme a La Escritura. Creemos que Cristo fue
levantado hacia el cielo y está sentado a la diestra del Padre y es el único
mediador entre Dios y los hombres. 1
Timoteo 2:5. Porque hay un solo Dios,
y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre y en cuyo solo
nombre hay salvación. Hechos
2:38. Pedro les dijo:
Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para
perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
Creemos que Cristo volverá
por segunda vez a salvar eternamente a los que han creído en El, estén vivos o
muertos. 1
Corintios 15: 20-23. Mas ahora Cristo ha
resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. Porque por
cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de
los muertos. Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos
serán vivificados. Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias;
luego los que son de Cristo, en su venida; Tito
2:11-14. Porque la gracia de Dios
se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que,
renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo
sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación
gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio a sí mismo
por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo
propio, celoso de buenas obras.
EL
ESPÍRITU SANTO:
Creemos que el Espíritu
Santo es una persona, no una influencia; y que es eterno junto con el Padre y
con el Hijo. Hechos
5:3-4. Y dijo Pedro: Ananías,
¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y
sustrajeses del precio de la heredad? Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y
vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has
mentido a los hombres, sino a Dios. Creemos que el Espíritu Santo forma parte de la obra redentora de
Dios convenciendo al hombre de pecado, regenerando y santificando a los
creyentes.
EL
HOMBRE:
Creemos que la raza humana,
por la desobediencia de Adán está en pecado por naturaleza y selección, y que a
no ser por la obra redentora de Cristo permaneceríamos en enemistad con Dios. Romanos
8:7. Por cuanto los designios
de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios,
ni tampoco pueden, y bajo el gobierno de Satanás y caminando en nuestra propia
voluntad pecaminosa. Efesios
2:1-3. Y él os dio vida a
vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales
anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al
príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de
desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo
en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los
pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.
LA
SALVACIÓN:
Creemos que Dios en su
infinita misericordia y gracia a provisto la salvación al hombre por medio de
la obra redentora de Jesucristo, quien llevó nuestros pecados en su cuerpo en
la cruz.
1 Pedro 2:24. Quien llevó él mismo
nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando
muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.
La salvación se recibe
únicamente por la fe en Cristo Jesús, sin importar nuestros esfuerzos, méritos,
u obras de justicia. La salvación es completada por la labor convencedora y
regeneradora del Espíritu Santo quien produce en nosotros la fe y el
arrepentimiento de nuestros pecados, lo cual se hace manifiesto en una vida
caracterizada por la obediencia a la voluntad de Dios tal como lo establece la
Biblia.
Mateo
7:21-23. No todo el que me dice:
Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad
de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor,
¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu
nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí;
apartaos de mí, hacedores de maldad; Efesios
2:10. Porque somos hechura
suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de
antemano para que anduviésemos en ellas.
LA
IGLESIA:
Creemos que los que han
puesto una fe verdadera en Cristo han sido bautizados por el Espíritu Santo en
su cuerpo, el cual es la iglesia y del cual El, Cristo, es la cabeza. La iglesia está compuesta por todos
aquellos que han nacido de nuevo en Cristo. Los miembros de este cuerpo son
dotados de dones por medio de Dios para el propio funcionamiento de la iglesia
y se reúnen en congregaciones locales con el propósito de edificarse mutuamente en
Cristo, y evangelizar al mundo.
1
Corintios 12:12-13. Porque así como el
cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo,
siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. Porque por un solo
Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean
esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.
CRISTIANO:
Un cristiano es alguien que
ha nacido de nuevo (nacido del Espíritu Santo) y que es un hijo de Dios. Es miembro de la familia de Dios.
Efesios
2:19. Así que ya no sois
extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la
familia de Dios. Es miembro del
cuerpo de Cristo, la Iglesia, dentro de la cual ha sido bautizado por el
Espíritu Santo. 1
Corintios 12:13. Porque por un solo
Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean
esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.
Es además miembro activo de
una congregación local donde funciona junto con otros cristianos para el
fortalecimiento y la edificación del cuerpo de Cristo.
Hebreos
10:25. No dejando de
congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto
más, cuanto veis que aquel día se acerca.
Efesios
4:11-16. Y él mismo constituyó a
unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y
maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para
la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de
la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de
la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes,
llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres
que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que
siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto
es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas
las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada
miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.
El cristiano esta bendecido
con toda bendición espiritual en los lugares celestes en Cristo Efesios
1:3. Bendito sea el Dios y
Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición
espiritual en los lugares celestiales en Cristo.
Sus pecados han sido
perdonados, está hecho completo y santificado por medio de la obra redentora de
la cruz. Hebreos
10:10. En esa voluntad somos
santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para
siempre.
Tiene Vida Eterna en Cristo quien mora
dentro de el por medio del Espíritu Santo. 1 Corintios 6:19. ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo
del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no
sois vuestros?
Un verdadero cristiano
permanece en Cristo, crece en la Gracia, crece en el conocimiento de Dios y persevera hasta el
fin. El que no persevera, el que no intenta cambiar su manera de pensar y de vivir, el ama y vive en el pecado, el se goza en los deseos de la carne no ha conocido a Cristo aunque diga y aparente lo
contrario.
1
Juan 2:9-11. El que dice que está en
la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas. El que ama a su
hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo. Pero el que aborrece a
su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque
las tinieblas le han cegado los ojos; 1
Juan 2:19. Salieron de nosotros, pero
no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido
con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de
nosotros.
Cuando ustedes siguen los deseos de la naturaleza pecaminosa, los resultados son más que claros: inmoralidad sexual, impureza, pasiones sensuales, idolatría, hechicería, hostilidad, peleas, celos, arrebatos de furia, ambición egoísta, discordias, divisiones, envidia, borracheras, fiestas desenfrenadas y otros pecados parecidos. Permítanme repetirles lo que les dije antes: cualquiera que lleve esa clase de vida no heredará el reino de Dios.
En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, humildad y control propio. ¡No existen leyes contra esas cosas! Los que pertenecen a Cristo Jesús han clavado en la cruz las pasiones y los deseos de la naturaleza pecaminosa y los han crucificado allí. Ya que vivimos por el Espíritu, sigamos la guía del Espíritu en cada aspecto de nuestra vida. No nos hagamos vanidosos ni nos provoquemos unos a otros ni tengamos envidia unos de otros. (NTV Gl 5:16-26)
LA
PREDICACIÓN:
La
gran comisión.
Mateo
28:18-20; Marcos 16:15–18. Y Jesús se acercó y les
habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto,
id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del
Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas
que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin
del mundo. Amén. Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a
toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no
creyere, será condenado. Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre
echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos
serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos
pondrán sus manos, y sanarán.
Lucas
24:36–49. Mientras ellos aún
hablaban de estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos, y les dijo: Paz a
vosotros. Entonces, espantados y atemorizados, pensaban que veían espíritu.
Pero él les dijo: ¿Por qué estáis turbados, y vienen a vuestro corazón estos pensamientos?
Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu
no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo. Y diciendo esto, les mostró
las manos y los pies. Y como todavía ellos, de gozo, no lo creían, y estaban
maravillados, les dijo: ¿Tenéis aquí algo de comer? Entonces le dieron parte de
un pez asado, y un panal de miel. Y él lo tomó, y comió delante de ellos. Y les
dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era
necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés,
en los profetas y en los salmos. Entonces les abrió el entendimiento, para que
comprendiesen las Escrituras; y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario
que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; y que se
predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las
naciones, comenzando desde Jerusalén. Y vosotros sois testigos de estas cosas.
He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos
vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde
lo alto.
Juan
20:19–23. Cuando llegó la noche de
aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el
lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino
Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros. Y cuando les hubo dicho
esto, les mostró las manos y el costado. Y los discípulos se regocijaron viendo
al Señor. Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el
Padre, así también yo os envío. Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo:
Recibid el Espíritu Santo. A quienes remitiereis los pecados, les son
remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos.
Cada cristiano tiene como
mandamiento divino el predicar el evangelio. Esta orden es la gran comisión que
incluye a hombres y mujeres nacidos de nuevo. Es nuestra tarea como creyentes
regar la semilla del evangelio en el corazón de toda la humanidad.
El Espíritu Santo se encargara de
hacer su obra de dar vida y la convicción produciendo la fe y el
arrepentimiento en la persona. Dios
es quien llama a los que han de ser salvos y limpia a los que creen de todos
sus pecados que han cometido por medio de la sangre de Cristo.
Últimas cosas: Creemos que
Jesucristo volverá en cuerpo en su determinado tiempo y de forma visible para
juzgar a vivos y muertos; y que todos los hombres serán resucitados,
primeramente los que han creído en Cristo para vida eterna, y luego los que no
creyeron, para condenación eterna.
Juan
5:29. Y los que hicieron lo
bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a
resurrección de condenación.
Apocalipsis
20:11-15. Y vi un gran trono
blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y
el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. Y vi a los muertos, grandes y
pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue
abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las
cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los
muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que
había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. Y la muerte y el
Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no
se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.
No hay comentarios:
Publicar un comentario