En
medio de las situaciones y de todas las circunstancias buenas y algunas
difíciles por las que atravesamos en nuestro diario vivir, hay lugar para la
esperanza y la confianza, y que precisamente la esperanza y confianza en Dios
nos dan la única alternativa sostenible para nuestras almas en los años que nos
quedan de existencia sobre esta tierra.
Isaías
44:1-4. (RVR1960). Ahora pues, oye,
Jacob, siervo mío, y tú, Israel, a quien yo escogí. Así dice Jehová, Hacedor
tuyo, y el que te formó desde el vientre, el cual te ayudará: No temas,
siervo mío Jacob, y tú, Jesurún, a quien yo escogí. Porque yo derramaré aguas
sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu
generación, y mi bendición sobre tus renuevos; y brotarán entre hierba, como
sauces junto a las riberas de las aguas.
Nuestro
enfoque y nuestra manera de pensar determinaran nuestros pasos a seguir, por
eso es muy importante alinearnos con los pensamientos de nuestro Dios y su
buena y agradable voluntad.
Romanos
12:1-2. Dios Habla Hoy (DHH). Por tanto, hermanos míos, les ruego por la
misericordia de Dios que se presenten ustedes mismos como ofrenda viva, santa y
agradable a Dios. Éste es el verdadero culto que deben ofrecer. No vivan ya
según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de
pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad
de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto.
Debemos
cuidar nuestro corazón y nuestros pensamientos porque el día de hoy vivimos en
la generación de lo superficial, de lo estético, el culto al cuerpo y el valor
de la imagen han desplazado el cuidado de la mente y del espíritu humano, de
ahí la fragilidad de nuestra generación, en pocas palabras prevalece en
millones de personas el amor por el mundo y el por amor por las cosas del
mundo. Hoy mucha gente sufre de más, debido a su manera de pensar y al abordar
los problemas de la vida de la manera equivocada. Muchos creen que pensando y
centrando nuestra vida más en nosotros mismos seremos más felices, pero eso es
una gran mentira.
Lo
primero que debemos hacer para encontrar el verdadero gozo y sentido en la vida
es como nos indica la Palabra de Dios en los siguientes textos.
Lucas
10:27. Amarás a Dios, con todo tu corazón,
con toda tu mente y con todas tus fuerzas y a tu prójimo como a ti mismo.
Salmos
31:14-15. Mas yo en ti confío, oh Jehová; Digo:
Tú eres mi Dios. En tu mano están mis tiempos; Líbrame de la mano de mis
enemigos y de mis perseguidores.
Veamos
el ejemplo bíblico del rey David y la enseñanza que nos trae. Al decir,
"en tu mano están mis tiempos", él estaba expresando simplemente su creencia de que
todas las circunstancias de la vida están bajo dominio de Dios. Saber que Dios nos ama y tiene cuidado de nosotros nos permite
mantenernos firme en nuestra fe a pesar de las circunstancias. Nos guarda de
pecar tontamente al tomar los asuntos en nuestras propias manos o resentirnos
por los tiempos de Dios.
El
final de un año y la llegada de un año nuevo nos acercan cada día más a la
eternidad, dándonos mucha más claridad del momento de rendir cuentas a Dios.
El
tiempo que se va no vuelve. En cada año que transcurre tenemos aproxmadamente 12 meses 365 días,
8.760 horas, 525.600 minutos, 31.556 926 segundos. Todos nosotros en algún
momento hemos tomado resoluciones en año nuevo. Alguien ha dicho que la
debilidad de la mayoría de las promesas de año nuevo es que simplemente entran
en un año y salen en el otro. Debemos
enfocarnos en Dios y su voluntad revelada para nuestras vidas y no dejarnos
llevar por nuestras emociones o por lo que el mundo ofrece. ¿Qué
clase de personas somos? ¿De los que se dejan llevar por las emociones o por
las corrientes que el mundo ofrece?
Desde
hace mucho, el ser humano ha tratado de controlar su propia vida sin tener que
depender de Dios. Una de las formas en que hacemos esto es por medio de las
supersticiones. La superstición encuentra conexiones misteriosas entre eventos
desconectados, y nos ofrece la oportunidad de influir sobre nuestro propio
destino. Existen muchas supersticiones que se relacionan con el año nuevo, pero
eso realmente no es sano para nadie.
Sería
fácil empezar una predica de inicio de año diciendo frases tales como:
"este será el año de la restitución." "Este será el año en que
Dios entregara al enemigo en nuestras manos." Este será el año de la
cosecha abundante y el año donde las ventanas de los cielos serán abiertas para
su pueblo", y seguramente yo podría tocar la parte emocional de algunos de
ustedes y quizás hasta podría lograr que algunos se pusieran de pie y me
dijeran un fuerte amen.
Podría
hacer declaratorias tras declaratorias y provocar que usted en este día se
fuera tremendamente emocionado para su casa, pero sería solamente eso lo que se
llevará y en usted no quedó nada de valor para recordar, ni para vivir.
Muchas
personas cuando termina un año se sientan alrededor de una cena o una
parrillada e imaginan que el cambio de año les traerá cosas mejores de las que
tuvieron el año que se termina, e inclusive declaramos que vamos a hacer un sin
fin de cosas para Dios, de las cuales probablemente no cumplamos ni siquiera la
octava parte. Es necesario reflexionar, reaccionar
y accionar.
Hebreos
12:1-2. Por tanto, nosotros también, teniendo
en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y
del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por
delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por
el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se
sentó a la diestra del trono de Dios.
1
Juan 2:15-17. No améis al mundo,
ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre
no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de
la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del
Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la
voluntad de Dios permanece para siempre.
Veamos
la siguiente definición acerca de lo que es una emoción.
Psicológicamente, las emociones alteran la atención, hacen subir de rango ciertas
conductas guía de respuestas del individuo y activan redes asociativas
relevantes en la memoria.
Fisiológicamente, las emociones organizan rápidamente las respuestas de distintos
sistemas biológicos, incluidas las expresiones faciales, los músculos, la voz,
la actividad del SNA y la del sistema endocrino, a fin de establecer un medio
interno óptimo para el comportamiento más efectivo.
Conductualmente, las emociones sirven para establecer nuestra posición con respecto a
nuestro entorno, y nos impulsan hacia ciertas personas, objetos, acciones,
ideas y nos alejan de otros. Las emociones actúan también como depósito de
influencias innatas y aprendidas, y poseen ciertas características invariables
y otras que muestran cierta variación entre individuos, grupos y culturas.
Santiago
4:13-17. No os gloriéis del día de mañana. ¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a
tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; cuando no
sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina
que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. En lugar de lo cual
deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. Pero
ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala; y al
que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.
Al
mirar nuestro pasaje este día vemos que Santiago está hablando acerca del
futuro. En el v. 13 hace referencia a los planes que algunos han hecho para el año que
tienen por delante. Leemos: “v. 13. ¡Vamos
ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un
año, y traficaremos, y ganaremos” El
habla acerca de la actitud que debemos tener frente al porvenir. Santiago nos
dice que cuando consideramos el año que está delante de nosotros vamos a
encontrar que hay mucho que es incierto.
Él
dice en el v. 14 “cuando
no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es
neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.” Él nos recuerda que no sabemos lo que nos depara el mañana, mucho
menos lo que nos depara un año. Una de las maneras de enfrentar el nuevo año es
estableciendo metas en nuestro corazón y vida. Existen ciertas resoluciones
espirituales que debemos tomar acerca de cómo vamos a enfrentar el nuevo año.
Permítanme
decirles que aunque no sabemos qué nos depara el futuro, sabemos cómo enfrentar
el futuro. Tu vida y la mía cambiaran porque decidimos hacer que las cosas sean
diferentes, y nos empecemos a comportar realmente como personas lavadas con la
preciosísima sangre del cordero, y permitimos que Dios realmente moldee
nuestras vidas.
¿Qué
significa un nuevo año? Todos en esta vida necesitamos alguna vez la
oportunidad para comenzar de nuevo, tal vez porque sencillamente todo lo que
hicimos tiempo atrás estaba mal. Nada
sucederá si no accionamos. Es
tiempo de empezar a tomar buenas decisiones que beneficien a los nuestros y no
malas decisiones que nos destruyan cada día. Despojémonos de nuestros anatemas
y de todo lo que no conviene, permitiendo que Dios nos forme cada día e
implante el carácter de Cristo a través de su Espíritu Santo en nuestros corazones,
así como el alfarero forma sus vasijas.
Ha comenzado un nuevo año y es tiempo para hacer un balance del año que pasó, pero también para iniciar con todas las fuerzas este año nuevo que Dios nos da con la actitud del apóstol Pablo conforme a la Palabra de Dios: "Una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús". Filipenses 3.13-14 (RVR60). "Ustedes saben que en una carrera todos corren, pero solamente uno recibe el premio. Pues bien, corran ustedes de tal modo que reciban el premio. Los que se preparan para competir en un deporte, evitan todo lo que pueda hacerles daño. Y esto lo hacen por alcanzar como premio una corona que en seguida se marchita; en cambio, nosotros luchamos por recibir un premio que no se marchita." 1 Corintios 1.24-25 (Dios Habla Hoy). Sólo el Señor puede producir en nuestra alma estas disposiciones que agradan a Dios. "Dejemos a un lado todo lo que nos estorba y el pecado que nos enreda, y corramos con fortaleza la carrera que tenemos por delante. Fijemos nuestra mirada en Jesús, pues de él procede nuestra fe y él es quien la perfecciona." Hebreos 12.1-2 (DHH).
Hoy
podemos decir: "Yo sé en quién he puesto mi
confianza; y estoy seguro de que él tiene poder para guardar hasta aquel día lo
que me ha encomendado." 2
Timoteo 1.12 (DHH). "Dios
empezó el buen trabajo en ti, y estoy seguro de que lo irá perfeccionando hasta
el día en que Jesucristo vuelva." Filipenses 1.6 (Traducción Lenguaje Actual). "El
nombre del Señor es una torre poderosa a la que acuden los justos en busca de
protección." Proverbios 18.10 (TLA). "Dios es quien me salva; tengo confianza, no
temo. El Señor es mi refugio y mi fuerza, él es mi
salvador." Isaías 12.2 (TLA).
Así que disfruta lo que ya tienes, "Porque Dios ha dicho: Nunca te dejaré ni te abandonaré. Así que podemos decir con confianza: El Señor es mi ayuda; no temeré. ¿Qué me puede hacer el hombre? "Hebreos 13.5-6 (TLA).
Salmos
90:12. "Enséñanos de tal modo a contar
nuestros días, Que traigamos al corazón sabiduría. El tiempo es escaso y es valioso, y es tiempo de dejar de malgastarlo en
actividades y rutinas sin sentido. Efesios
5:14-17. "Por lo cual dice: Despiértate,
tú que duermes, Y levántate de los muertos, Y te alumbrará Cristo. Mirad,
pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando
bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino
entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.
"Tenemos
que decidir: ¿Vamos a movernos hoy o vamos a esperar para el día de mañana? Nadie
puede asegurar que vendrá mañana o que vendrá una segunda oportunidad.
¡Lo que vas a hacer, hazlo hoy! ¡Miren
que vengo pronto! Traigo conmigo mi recompensa, y le pagaré a cada uno según lo
que haya hecho. Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Último, el Principio
y el Fin. Apocalipsis 22:12-13.
La
voz de Cristo anuncia la inminencia de su tribunal para los justos, 1 Corintios 3:11-15, y el trono blanco para los incrédulos, Apocalipsis 20:11-15. En Hebreos 11:6,
Él es el gran “galardonador.” “La palabra describe especialmente las
recompensas divinas dadas a los creyentes por la cualidad moral de sus
acciones. Su valor para el obrero individual variará de acuerdo con el trabajo
que haya realizado.” (Hebreos 11; Mateo
20:8 y 2 Timoteo 4:8). Por
otra parte, una vez más si comparamos esta descripción que el mismo Cristo hace
de su persona con Isaías 44:6 y 48:12, se prueba que Cristo era la manifestación visible del Jehová del
Antiguo Testamento. Otra vez, el mismo declara también la realidad de que toda
la historia humana tiene su comienzo y su final en su persona.
Apocalipsis
22:14-16. “Dichosos
los que lavan sus ropas para tener derecho al árbol de la vida y para poder
entrar por las puertas de la ciudad. Pero afuera se quedarán los perros, los
que practican las artes mágicas, los que cometen inmoralidades sexuales, los
asesinos, los idólatras y todos los que aman y practican la mentira. “Yo,
Jesús, he enviado a mi ángel para darles a ustedes testimonio de estas cosas
que conciernen a las iglesias. Yo soy la raíz y la descendencia de David, la
brillante estrella de la mañana.”
Un
nuevo amanecer experimentando los frutos del árbol de la vida. Ya conocemos que
la gran dicha del cristiano será haber lavado sus ropas en la sangre preciosa
del Cordero. El árbol de la vida representa todo lo bueno y lo mejor que había
en el corazón de Dios para el hombre recién creado y que Adán y Eva perdieron.
La sangre preciosa de Cristo es la que nos capacita “para tener derecho al árbol
de la vida” y comer de su fruto. En Cristo el gozo inefable de la comunión con
Dios es recuperado y por lo tanto también sus bendiciones nos son restituidas.
Las puertas del cielo solo están abiertas para hombres y mujeres que hemos sido
redimidos.
¿Cuáles
serán nuestras decisiones para cada año que se nos presenta delante de
nosotros? Lo ideal es que podamos tomar las decisiones correctas y las que
realmente nos convienen, guiados por el Espíritu Santo y la Palabra de Dios. Bendiciones.
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