SVR Clase 35. La Iglesia:
Sus Miembros
Es tiempo de
sumergirnos en Dios y su Palabra buscando el amor, la gracia, la misericordia y
la fortaleza que vienen del Padre Celestial en estos tiempos; es por eso que
empezamos con el estudio de los módulos del Seminario Bíblico Reina
Valera: TEOLOGÍA
SISTEMÁTICA 1 y TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 2.
Juan 5:39. Escudriñad las
Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida
eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí.
TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 1. Es el estudio de las
doctrinas acerca de la Biblia: su revelación, inspiración, iluminación e
infalibilidad; las doctrinas de Dios: la Trinidad, los atributos y los nombres
de Dios; las doctrinas de Cristo: Su persona, deidad, humanidad y carácter; las
doctrinas del Espíritu Santo: Su deidad, persona, obra en la elección, la
regeneración y la Santificación, más el fruto, los dones, el bautismo y la
plenitud del Espíritu; y las doctrinas acerca del hombre: su creación original
y su caída en pecado.
TEOLOGÍA SISTEMÁTICA
2. Es el
estudio de las doctrinas bíblicas de la salvación: expiación, sustitución,
redención, reconciliación, propiciación, justificación, elección,
predestinación, regeneración, conversión, arrepentimiento, la adopción y la
unión mística del creyente con Cristo. Incluye el estudio de las
doctrinas acerca de la iglesia: sus miembros, propósito, comisión, culto,
organización y ordenanzas. Incluye el estudio de las profecías de la
Biblia: principalmente las no cumplidas todavía como el arrebatamiento de la
iglesia, la Tribulación, la segunda venida de Jesucristo, el reino milenial,
los juicios finales y el estado eterno.
Clase 35. La Iglesia: Sus
Miembros por Lewis Sperry Chafer
A. La iglesia como el propósito presente de Dios.
En el Nuevo Testamento se
revela que la iglesia es el propósito central de Dios en la edad actual. En
contraste con el propósito de Dios para con individuos y naciones del Antiguo
Testamento y el propósito mayor para la nación de Israel, se revela que la
iglesia es la compañía de creyentes formada por judíos y gentiles que son
llamados a salir del mundo y se juntan en una unión viva por el bautismo del
Espíritu.
En general, el concepto
de iglesia se divide en dos grandes categorías. El énfasis principal en el Nuevo
Testamento está en la iglesia como organismo, la unión viva de todos los
verdaderos creyentes en Cristo. Esta es la verdad distintiva que se presenta a
partir del día de Pentecostés, con el advenimiento del Espíritu, y que acaba
con la venida de Cristo por su iglesia, en la cual la iglesia será arrebatada
fuera del mundo y llevada al cielo.
Sin embargo, otro
concepto es el de iglesia local o iglesia organizada. Es el cuerpo de los
creyentes que profesan ser cristianos y se reúnen en una localidad o un grupo
de tales asambleas locales.
1 Co. 1:2. A la iglesia de Dios que está en
Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos
los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor
de ellos y nuestro: Ga. 1:2. Y todos los
hermanos que están conmigo, a las iglesias de Galacia: Fil. 1:1. Pablo y Timoteo, siervos de Jesucristo, a todos los
santos en Cristo Jesús que están en Filipos, con los obispos y diáconos:
La palabra
"iglesia" es una traducción de una palabra griega:
"ekklesia", y frecuentemente se usa para designar cualquier asamblea
o congregación de personas reunidas con fines religiosos o políticos. La
palabra realmente significa "llamados fuera". En la Grecia antigua
las ciudades se gobernaban por un sistema puramente democrático en que todos
los ciudadanos del pueblo se reunían para decidir sobre los asuntos de interés
mutuo. Como eran "llamados fuera" de sus ocupaciones ordinarias a una
asamblea en la cual podrían votar, la palabra llegó a significar el resultado
de aquellas convocatorias, esto es, designó a aquellos que se reunían.
Esta palabra se encuentra
con frecuencia en la Septuaginta , versión griega del Antiguo Testamento, y
designa a las diversas asambleas del Antiguo Testamento. Se usa en un sentido
similar en pasajes tales como Hechos 7:38 y 19:32, donde la palabra se usa
sencillamente para una multitud reunida.
Hch. 7:38. Este es aquel Moisés que estuvo
en la congregación en el desierto con el ángel que le hablaba en el monte
Sinaí, y con nuestros padres, y que recibió palabras de vida que darnos; Hch.
19:32. Unos, pues, gritaban una cosa, y otros otra;
porque la concurrencia estaba confusa, y los más no sabían por qué se habían
reunido.
Sin embargo, cuando se
usa para la iglesia como cuerpo de Cristo se convierte en una palabra técnica
que se refiere a los que han sido llamados fuera del mundo para reunirse en una
unión viva con Cristo. Este concepto no se encuentra en el Antiguo Testamento,
aun cuando Israel a veces se reunía con propósitos religiosos. La palabra,
cuando se usa para los salvados, se aplica específicamente a la compañía de los
salvados durante la presente era y que se encuentran en el cielo y en la
tierra.
B. La iglesia: Una revelación del Nuevo Testamento.
Por cuanto no se
encuentra en el Antiguo Testamento el concepto de una iglesia formada por
judíos y gentiles que son salvados y reunidos para la vida eterna, solo el
Nuevo Testamento da la revelación divina sobre este importante tema. En el plan
de Dios era necesario que Cristo viniera primero para morir en la cruz, fuera
resucitado de entre los muertos y ascendiera a los cielos. Con la venida del
Espíritu Santo en el día de Pentecostés, sin embargo fue posible que Dios
cumpliera su propósito de tener una compañía especial de creyentes sin tener en
cuenta la distinción entre Israel y los gentiles y cada uno de ellos con su
propio lugar en el propósito eterno de Dios.
Según Hechos 2,
confirmado por la experiencia de Cornelio en Hechos 10,
los creyentes en Cristo fueron bautizados por el Espíritu y llegaron a ser
miembros los unos de los otros con el advenimiento del Espíritu Santo. 1 Co. 12:13. Porque
por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o
griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo
Espíritu.
Desde Pentecostés hacia
adelante cada creyente que llegó a la salvación fue hecho miembro del cuerpo de
Cristo, como vimos previamente en la doctrina del bautismo del Espíritu Santo.
Una vez que la iglesia esté completa y sea arrebatada en el rapto al cielo, el
propósito divino volverá a hacer la distinción normal entre judíos y gentiles
que sean salvos durante el período de prueba que seguirá al arrepentimiento y
en el reino milenial.
C. El judío, el gentil y la iglesia de Dios.
En la era actual, la
Biblia reconoce tres grandes divisiones en la familia humana: el judío, el
gentil y la iglesia de Dios. 1 Co. 10:32. No seáis tropiezo ni a judíos, ni a
gentiles, ni a la iglesia de Dios;
La observancia de estas distinciones
es de gran importancia para comprender el propósito presente de Dios.
1. Los judíos o hijos de Israel son la nación que surgió de
Abraham siguiendo la línea de Isaac y Jacob, y que, según el propósito y la
promesa divina, son el pueblo terrenal escogido por Dios. Esta nación ha sido
milagrosamente preservada hasta el tiempo actual y, según las profecías,
todavía será el pueblo dominante y glorificado de la tierra en la edad del
reino venidero.
Is. 62:1-12. 1 Por amor de Sión no callaré, y por amor
de Jerusalén no descansaré, hasta que salga como resplandor su justicia, y su
salvación se encienda como una antorcha. 2 Entonces verán las gentes tu
justicia, y todos los reyes tu gloria; y te será puesto un nombre nuevo, que la
boca de Jehová nombrará. 3 Y serás corona de gloria en la mano de Jehová, y
diadema de reino en la mano del Dios tuyo. 4 Nunca más te llamarán Desamparada,
ni tu tierra se dirá más Desolada; sino que serás llamada Hefzi-bá, y tu
tierra, Beula; porque el amor de Jehová estará en ti, y tu tierra será
desposada. 5 Pues como el joven se desposa con la virgen, se desposarán contigo
tus hijos; y como el gozo del esposo con la esposa, así se gozará contigo el
Dios tuyo. 6 Sobre tus muros, oh Jerusalén, he puesto guardas; todo el día y toda
la noche no callarán jamás. Los que os acordáis de Jehová, no reposéis, 7 ni le
deis tregua, hasta que restablezca a Jerusalén, y la ponga por alabanza en la
tierra. 8 Juró Jehová por su mano derecha, y por su poderoso brazo: Que jamás
daré tu trigo por comida a tus enemigos, ni beberán los extraños el vino que es
fruto de tu trabajo; 9 sino que los que lo cosechan lo comerán, y alabarán a
Jehová; y los que lo vendimian, lo beberán en los atrios de mi santuario. 10
Pasad, pasad por las puertas; barred el camino al pueblo; allanad, allanad la
calzada, quitad las piedras, alzad pendón a los pueblos. 11 He aquí que Jehová
hizo oír hasta lo último de la tierra: Decid a la hija de Sión: He aquí viene
tu Salvador; he aquí su recompensa con él, y delante de él su obra. 12 Y les
llamarán Pueblo Santo, Redimidos de Jehová; y a ti te llamarán Ciudad Deseada,
no desamparada.
Las promesas eternas de
Jehová a su pueblo no pueden ser alteradas. Estas promesas incluyen una entidad
nacional.
Jer. 31:36. Si faltaren estas leyes delante
de mí, dice Jehová, también la descendencia de Israel faltará para no ser nación
delante de mí eternamente. Una
tierra. Gn. 13:15. Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu
descendencia para siempre. Un trono. 2 S. 7:13. El edificará
casa a mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono de su reino. Un
rey. Jer. 33:20-21. 20 Así ha dicho Jehová: Si pudiereis invalidar mi pacto
con el día y mi pacto con la noche, de tal manera que no haya día ni noche a su
tiempo, 21 podrá también invalidarse mi pacto con mi siervo David, para que
deje de tener hijo que reine sobre su trono, y mi pacto con los levitas y
sacerdotes, mis ministros. Y un reino. 2 S. 7:16. Y será
afirmada tu casa y tu reino para siempre delante de tu rostro, y tu trono será
estable eternamente.
En la fidelidad de Dios,
sus promesas, que son primariamente terrenales en carácter, han sido cumplidas
hasta el momento presente y serán cumplidas por toda la eternidad; porque se
dice que cada uno de estos pactos es eterno en duración. Cuatro palabras
describen la operación del propósito divino en este pueblo: "escogidos",
"dispersos", "reunidos", "benditos". Es
obvio que fueron escogidos y que ahora están dispersos entre las naciones de la
tierra. Todavía falta que sean reunidos y bendecidos. El ministerio peculiar de
este pueblo se encuentra en Romanos 9:4-5 (Cf. con Gn. 12:3).
Ro. 9:4-5. 4 que son israelitas, de los cuales son la adopción, la
gloria, el pacto, la promulgación de la ley, el culto y las promesas; 5 de
quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el
cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén. Cf.
con Gn. 12:3. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te
maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.
2. Los gentiles son la vasta multitud incontable, excluidos
de los israelitas, que han vivido en la tierra desde Adán hasta ahora. Aparte
de ciertos individuos, no hay noticias de que, en el período desde Adán hasta
Cristo, Dios haya tenido alguna relación especial, o haya extendido alguna
promesa inmediata a los gentiles. Sin embargo, las profecías del Antiguo
Testamento predicen grandes bendiciones terrenales que vendrían sobre los
gentiles en el reino venidero sobre la tierra, y en la era actual participarían
al igual que los judíos en los privilegios del evangelio.
3. La iglesia de Dios no se refiere a la membresía de
iglesias organizadas, sino a toda la compañía de los redimidos que habrán sido
salvos durante La era actual. Son un pueblo distinto porque:
a) Todos los individuos que la forman han nacido de nuevo,
entran en el reino de Dios. Jn. 3:5. Respondió
Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del
Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Y han sido destinados a ser conformados a la imagen de
Cristo. Ro. 8:29. Porque a los que antes
conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de
su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.
b) Ya no están en Adán participando de la ruina de la vieja
creación. 2 Co. 5:17. De modo que si
alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí
todas son hechas nuevas.
Sino que están en Cristo
participando de la nueva creación, de todo lo que Cristo es en la vida y gloria
de su resurrección. Ef. 1:3. Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en
Cristo. Col. 2:10. Y vosotros estáis completos
en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.
c) A la vista de Dios es cambiada su nacionalidad, porque
están sobre una nueva base en la que no hay judío ni gentil, sino que Cristo es
el todo en todos. Col. 3:11. Donde no hay
griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni
libre, sino que Cristo es el todo, y en todos.
d) ahora son ciudadanos del cielo y todas sus promesas, sus
posesiones y su posición son celestiales.
Fil. 3:20. Mas nuestra ciudadanía está en los
cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; Col.
3:3. Porque habéis muerto, y vuestra vida está
escondida con Cristo en Dios. 2 Co. 5:17-18. De
modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron;
he aquí todas son hechas nuevas. 18 Y todo esto proviene de Dios, quien nos
reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la
reconciliación;
De este modo este pueblo
celestial se distingue de todos los demás pueblos de la tierra.
D. La iglesia formada por judíos y gentiles.
Ya han sido señaladas las
respectivas posiciones terrenales de judíos y gentiles. A esto debe añadirse
que durante la era actual, y para los propósitos de la gracia, Dios ha colocado
a judíos y gentiles sobre una base común. Ro. 3:9. ¿Qué, pues?
¿Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya hemos acusado a
judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado.
Se dice que ambos están
"bajo pecado", lo que significa que ahora están limitados a la
salvación por gracia solamente.
El cambio en el programa
divino, en la muerte de Cristo, del reconocimiento de una nación favorecida a
un llamamiento de individuos tanto judíos como gentiles fue algo dificilísimo
de entender para los judíos. El judío no comprendió que sus pactos habían sido
puestos a un lado por un tiempo, pero que no habían sido abrogados. Las luchas
de la nación con este problema están en el libro de los Hechos.
El judío se encuentra
desajustado hasta el día de hoy en relación con este programa, y se ha predicho
de él que permanecerá cegado en parte hasta que la iglesia sea llevada de este
mundo, después de lo cual el Libertador vendrá a Sión y quitará la impiedad de
Jacob. Ro. 11:25. Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio,
para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a
Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los
gentiles;
Se afirma que éste es el
pacto de Dios con ellos, cuando El quite sus pecados. Ro. 11:26-27. Y luego
todo Israel será salvo, como está escrito: vendrá de Sión el Libertador, que
apartará de Jacob la impiedad. Y este será mi pacto con ellos, cuando yo quite
sus pecados.
Sin embargo, por la
predicación del evangelio, tanto judíos como gentiles están siendo salvados
ahora y la iglesia está siendo edificada. El apóstol dio instrucciones de que
el evangelio sea predicado primeramente al judío, y su propio ministerio fue
ordenado de acuerdo con ese programa.
Ro. 1:16. Porque no me avergüenzo del
evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al
judío primeramente, y también al griego. Hch. 17:1-3. 1 Pasando por Anfípolis y Apolonia, llegaron a
Tesalónica, donde había una sinagoga de los judíos. 2 Y Pablo, como acostumbraba,
fue a ellos, y por tres días de reposo discutió con ellos, 3 declarando y
exponiendo por medio de las Escrituras, que era necesario que el Cristo
padeciese, y resucitase de los muertos; y que Jesús, a quien yo os anuncio,
decía él, es el Cristo.
Como se ha sugerido, al
apóstol Pablo le fueron dadas dos revelaciones: una, el evangelio de la gracia
de Dios, probablemente cuando estaba en Arabia al comienzo de su ministerio. Ga. 1:11-12. 11 Más
os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es según hombre;
12 pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de
Jesucristo.
Y la otra, de la iglesia
como cuerpo de Cristo, probablemente mientras estuvo en la cárcel Ef. 3:3-6. 3 que por
revelación me fue declarado el misterio, como antes lo he escrito brevemente, 4
leyendo lo cual podéis entender cuál sea mi conocimiento en el misterio de
Cristo, 5 misterio que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de
los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el
Espíritu: 6 que los gentiles son coherederos y miembros del
mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del
evangelio.
El rasgo vital de la
segunda revelación es que de las dos fuentes —judíos y gentiles— Dios está
formando un nuevo cuerpo. Ef. 2:15. Aboliendo en su carne las
enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en
sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz.
Este era un misterio,
esto es, un secreto divino aún no revelado. No es secreto que Dios tenía
propósitos para Israel o para los gentiles, puesto que éste es el tema del
Antiguo Testamento en las profecías; pero el secreto escondido en Dios era la
creación de un nuevo orden celestial de seres escogidos de judíos y gentiles.
E. Membresía de la iglesia.
La respuesta a la
pregunta "¿Puede una persona ser salva y no ser miembro de la iglesia?”
depende del significado que se le dé a la palabra "iglesia". Es obvio
que una persona puede ser cristiana y no ser miembro de una iglesia local. En
realidad todos debieran ser salvos antes de hacerse miembros de una iglesia; y
si se es salvo, es normal que un individuo busque la comunión del pueblo de
Dios en una u otra forma.
Por otra parte, es
imposible ser salvo y no ser miembro de la iglesia de las cual Cristo es la
cabeza; porque una parte de la obra divina en la salvación es la unión del
salvado con Cristo por el bautismo con el Espíritu Santo. 1 Co. 12:13. Porque
por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o
griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo
Espíritu.
Cuando se usa en conexión
con la obra del Espíritu, "bautizar" es una palabra de significado
discriminatorio y traspasa los límites de la ordenanza exterior del bautismo
con agua y representa el ministerio del Espíritu en favor del creyente que
tiene los efectos de mayor alcance que cualquier otra empresa divina en la
salvación. No es sorprendente que Satanás haya tratado de distorsionar el
significado claro del bautismo con el Espíritu y el ministerio divino que él
representa; porque solamente sobre la base de este ministerio podemos
comprender las riquezas de la gracia divina o entrar en el gozo celestial, con
su impulso a una vida santa que estas riquezas imparten.
En la tierra la iglesia
se ve como una banda peregrina de testigos. No son de este mundo, así como
Cristo no es de este mundo, y como el Padre ha enviado al Hijo al mundo, el
Hijo ha enviado a estos testigos por el mundo. Jn. 17:16. No son
del mundo, como tampoco yo soy del mundo "Aún no se ha manifestado"
lo que ellos son por las riquezas de la gracia. Col. 3:4. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces
vosotros también seréis manifestados con él en gloria. 1 Jn. 3:2. Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha
manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste,
seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.
Por ser el pueblo
celestial en contraste con Israel el pueblo terrenal, la iglesia—glorificada en
la realización de su propósito divino— aparece en los cielos como la esposa del
Cordero, reinando juntamente con el Rey, y participando para siempre en la
gloria del eterno Hijo de Dios.
PREGUNTAS
1. ¿Cuál es el contraste
entre los propósitos de Dios para la iglesia y los propósitos de Dios para
individuos y naciones en el Antiguo Testamento?
2. ¿Cuáles son las dos
categorías principales en el concepto de Iglesia?
3. ¿Cuál es el
significado original de la palabra "iglesia"?
4. ¿Qué uso se le da a la
palabra "iglesia" en el Antiguo Testamento, y cuál es la diferencia
en el uso para referirse a la iglesia que es el cuerpo de Cristo?
5. ¿Qué era necesario
cumplir en el plan de Dios antes del advenimiento del Espíritu en el día de
Pentecostés?
7. Nombrar las tres
grandes divisiones de la familia humana en la era actual y definirlas.
8. ¿Cuáles son algunas de
las promesas eternas que Dios ha dado a Israel?
9. ¿Qué promesas ha dado
Dios a los gentiles?
10. ¿En qué sentido es la
iglesia una compañía distinta de personas?
11. ¿Sobre qué base común
ha puesto Dios al judío y al gentil en la era actual?
12. ¿Qué sucedió con los
pactos de Israel en la era actual?
13. ¿Cómo se caracteriza
a Israel durante la era actual, según Romanos 11:25?
14. ¿Que sucederá a
Israel después del arrebatamiento de la iglesia?
15. Nombrar y definir las
dos grandes revelaciones dadas al apóstol Pablo.
16. ¿Qué relación hay
entre la salvación de un individuo y su membresía de la iglesia?
17. ¿Es posible ser salvo
sin ser miembro de la iglesia como cuerpo de Cristo?
18. ¿Cuá1 es el destino
de la iglesia después de la era actual?
No hay comentarios:
Publicar un comentario